Especialidad en Psicología de Pareja
Introducción a la Psicología de Pareja
La terapia de pareja es una de las ofertas de la mediación psicológica más útiles.
A la inversa de lo cual pasa en otras maneras de psicoterapia, no se necesita haber recibido un diagnóstico de trastorno de la mente para recurrir a ella, ya que el núcleo en el cual actúa la terapia de pareja no es la persona, sino la interacción.
En ocasiones, las parejas necesitan ir al psicólogo
No obstante, esta virtud es, a la vez, un diminuto problema. El realizado de que las colaboraciones sean algo tan variable y que en ellas coexistan diversos puntos provoca que los inconvenientes que hay en ella no sean notados del mismo modo.
Algunas veces parece que la interacción va bastante mal, empero poco después se generan en ella instantes bastante simpáticos que hacen que nos replanteemos si lo cual creíamos que era un problema serio lo era realmente. Algunas veces uno de los miembros de la interacción piensa en la disolución conyugal, mientras tanto que la otra ni siquiera sabe que la otra persona no está satisfecha. En otros casos, inconvenientes graves en el seno de la interacción quedan normalizados y se interpretan como cosas clásicas, etapas por las que pasa cualquier pareja.
Parte de estas incongruencias son, en cierta medida, el motivo por la que merece la pena plantearse la siguiente pregunta: ¿Cómo se conoce en qué momento ha llegado el instante de asistir a terapia de pareja?
Cuando la relación está aquejada de fallos de comunicación
Varios inconvenientes de pareja se fundamentan en algo tan sencilla y tan difícil a la vez como los inconvenientes de comunicación. Asistir a las sesiones de terapia de pareja puede servir para incorporar en nuestra vida novedosas dinámicas de interacción en las que la expresión directa y honesta de los aspectos de cada uno tenga un lugar reservado.
A lo largo de las mismas sesiones de terapia, por cierto, se van a generar los primeros intercambios de impresiones relevantes que anteriormente no se estaban llevando a cabo.
Cuando se pasa por una crisis puntual
Si se tiene bastante claro que los inconvenientes experimentados en la interacción obedecen a una crisis más o menos grave que trata sobre un elaborado puntual, como un despido del trabajo o el deceso de un ser estimado, la terapia de pareja podría ser de gran utilidad para hacer que esta vivencia dolorosa no se extienda además al entorno privado de la interacción.
Cuando hay problemas en las relaciones íntimas
El instante de asistir a terapia de pareja es, además, aquel en el cual hay escasa armonía en las interrelaciones íntimas y en la expresión de afectividad. Esto implica una extensa variedad de situaciones y va más allá del entorno de la sexualidad.
Cosas tan sencillas como las caricias, los instantes de mirarse a los ojos en silencio o los abrazos tienen la posibilidad de ser un bien que escasea en varias interacciones, y podría ser difícil "romper el hielo" para comenzar a integrar esta clase de conductas a la interacción.
Cuando hay indecisión sobre los planes de futuro
Las interrelaciones de pareja son en cierta forma el modo en el cual se experimenta el presente, y en cierta medida son, además, el modo en el cual se planea el futuro unido.
Si se perciben discrepancias y conflictos en este segundo aspecto, la terapia de pareja puede dar un lugar en el cual cada parte de la interacción encontrará novedosas herramientas para manifestar expectativas que previamente no sabía cómo manifestar, y además se dispondrá del entorno conveniente para implantar un diálogo honesta sobre lo cual cada uno desea hallar en la interacción.
Cuando los hijos perturban demasiado la paz del hogar
La aparición de hijos e hijas frecuenta ser un evento bastante feliz, sin embargo, a veces además puede hacer que y no se disponga del espacio primordial para hacer que la interacción tenga sus instantes de intimidad. En la terapia de pareja tienen la posibilidad de discutir tácticas eficaces para que la interacción sea adapte a este caso.
Cuando no asistir a terapia de pareja
Hay ciertas situaciones en las que los inconvenientes en la interacción son tan graves que no se debe plantearse la probabilidad de presentarse a terapia, y la más clara es aquella situación en la que hay maltrato doméstico y amenazas.
En situaciones como aquellas es primordial que la parte maltratada rompa velozmente la interacción y tome cada una de las medidas primordiales para estar a salvo.
Relación de pareja
Por triunfo en la interacción de pareja sabemos la suma de una secuencia de componentes que son muy gratificantes como: buen grado de afectividad, buen grado de comunicación, buen grado de actividad sexual, buena capacidad para el acuerdo y la resolución de inconvenientes, reacción de respeto y tolerancia, metas y fines compartidos y buen equilibrio entre vida personal y vida en pareja.
Es simple tener este buen grado de interacción al inicio de la interacción, una vez que el enamoramiento es profundo y la idealización alta. Después, y una vez que los esquemas particulares comienzan a evidenciarse en las personalidades de los miembros de la pareja, es una vez que empieza a surgir los esfuerzos. Para que esto no ocurra, o logre superarse, habrá que implementar las próximas claves del triunfo en la interacción de pareja:
Primera clave: Mantener un buen nivel de autonomía y autoestima
El exceso de dependencia emocional de una persona hacia su pareja provoca que pierda autoestima, identidad y viva su historia excesivamente dependiente de los gustos y necesidades de su pareja. El resultado es un «achicamiento» de la personalidad y del llamativo personal que propiciará el distanciamiento de la pareja.
Para que esto no ocurra, es fundamental que cada integrante de la pareja sepa mantener su soberanía personal en un nivel suficiente y compatible con la alianza con otra persona y las servidumbres que ello involucra. En este sentido es bastante apropiado conservar el interés y las ocupaciones usuales como el trabajo, las colaboraciones sociales, los hobbies, los amigos, etcétera.
Segunda clave: Sinceridad, autenticidad y expresión emocional
La necesidad de enseñar la mejor versión de sí mismo, lo que es propio en la primera fase de la interacción sentimental, si se perpetúa en la época, provoca que el individuo pierda veracidad y viva la interacción de forma irreal. Procurando de mostrarse como uno supone que es más admirado y preciado. Sin embargo, ello provoca que se produzca un muro de división con la otra persona debido a que no hay ingreso al todo del individuo, lo bueno, lo regular y lo malo.
Una vez que una persona esconde puntos de su personalidad que le resultan feos a su pareja, asume que hay puntos de sí mismo que no son queribles y por expansión, se siente como una persona que no merece ser preciada.
Ello crea una inseguridad que puede mostrarse en celos, frialdad, distancia, temor y falta de complicidad. Puntos que están afectando de forma grave a la interacción de pareja.
Por consiguiente, atrévete a demostrar y manifestar tus emociones. Para el individuo poco entrenado le puede ser difícil y experimentar un intenso sentimiento de vergüenza y ridículo. Sin embargo, este suceso es bastante terapéutico y va más allá de mejorar la interacción de pareja debido a que implica un incremento y unión de la personalidad.
Un paso anterior a la expresión verbal es la expresión por escrito. El redactar las emociones experimentados en esas situaciones estresante implica un entrenamiento que facilitará en su instante la expresión emocional directa.
Tercera clave: Empatía, buena comunicación y consensos
Comúnmente, en la primera etapa de las colaboraciones de pareja la comunicación fluye con facilidad, los individuos, animadas y estimuladas frente al individuo que les interesa, producen gran proporción de comunicación. Con el paso del tiempo, esta va reduciendo por diferentes motivos: pérdida de interés, temas de plática que no gustan o inclusive producen discusiones, sensación de falta de empatía con los temas expresados, al fin y al cabo, la comunicación se transforma en una fuente de frustración.
Para mejorar la comunicación, tienen la posibilidad de ejercer las próximas pautas:
- Una vez que tu pareja se exprese, escúchala bastante atentamente sin interrumpir su comunicación.
- Esfuérzate por ponerte en su piel y entiende su criterio (aunque no lo compartas)
- Exprésale todo lo cual te dijo en forma de espejo, dándole a comprender que has entendido bien todo lo cual te ha expresado.
- Ahora expresa tu criterio, sin intentar de enseñar que estás en el motivo, ni mucho menos para enseñar tu superioridad moral o intelectual sobre tu pareja, únicamente expones tu criterio con la humildad del individuo que entiende que no posee la realidad absoluta.
- Desde aquí está establecido un clima de expresión, conocimiento y empatía que es el conveniente para hallar una solución consensuada entre los dos en el cual ninguno de ambos gane ni pierda.
Cuarta clave: Mantener objetivos, proyectos y actividades ilusionantes para ambos
El no caer en la monotonía, la repetición y el fastidio es además una clave fundamental para conservar la ilusión en la pareja. Toda la gente requerimos tener fines que generen interés e ilusión, a partir de pequeños, como hacer pequeñas reformas al hogar hasta gigantes como tener hijos. La pérdida de las metas y las ilusiones suponen un deterioro de la vida de pareja, así como del sujeto.
Un óptimo método es hacer una lista de ocupaciones y fines que fueron ilusionantes en el pasado o que tienen la posibilidad de serlo para el futuro como tener un hermoso hogar, hacer viajes, salidas románticas, mejor sexo, recobrar ocupaciones que se dejaron de hacer, mejorar la comunicación, demostrar más el afecto, implicarse en proyectos sociales, etcétera.
Quinta clave: No cerrarse a la relación y mantener un buen nivel de relaciones sociales
Las parejas que se cierran a las interacciones sociales acostumbran agotarse en ellas mismas, al menos un integrante de la pareja experimentará sentimientos de postración, fastidio o deterioro de la vida de pareja.
Por esto, el tener un círculo de interrelaciones sociales, optimización la dinámica de interacción de pareja, posibilita salir del encasillamiento de papeles tan propio de la vida en pareja y permite el enriquecimiento y revitalización de la pareja.
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