Especialidad en Fisioterapia Respiratoria
Fisioterapia respiratoria
La fisioterapia respiratoria (FTR) es una especialidad de la fisioterapia dedicada a la prevención, procedimiento y estabilización de las disfunciones o alteraciones respiratorias, cuyo objetivo general es mejorar la ventilación regional pulmonar, el trueque de gases, la capacidad de los músculos respiratorios, la disnea, la tolerancia al ejercicio y la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS). Está conformada por una secuencia de técnicas y métodos especializados de valoración diagnostica servible del sistema respiratorio y por técnicas de mediación terapéutica, de desobstrucción de las vías aéreas, de reeducación respiratoria y de readaptación al esfuerzo.
Características
La fisioterapia respiratoria es un procedimiento terapéutico de limitado precio y de demostrada efectividad para el procedimiento de las patologías que están afectando de manera crónica al sistema respiratorio (EPOC, asma, fibrosis quística, patologías neuromusculares), procesos agudos (neumonía, absceso pulmonar) o intervenciones quirúrgicas de gran dificultad (trasplantes pulmonares, cardíacos y hepáticos, así como otras intervenciones cardíacas o de tórax).
El fisioterapeuta que dictamina enfocar su actividad profesional a esta actividad, ha de avanzar su formación en este campo específico una vez acabada la carrera en forma de especialidad de estudios de postgrado o maestría, con el propósito de permitirle realizar de manera correcta el abordaje universal de pacientes dañados de trastornos del sistema respiratorio. Incluye además una buena comunicación entre el terapeuta y el paciente para lograr coordinar y hacer el procedimiento terapéutico usado. Es fundamental nombrar que se tiene que tener un ambiente agradable (espacio, luz, corriente de aire, etcétera.) para el paciente, debido a que optimización la calidad con la que prepara el ejercicio.
Valoración diagnóstica en FTR
El fisioterapeuta respiratorio, toda vez emitido el diagnóstico doctor y derivado por el especialista, ejecuta una valoración específica del paciente, propia de su disciplina:
- Anamnesis o interrogatorio: valoración de la disnea, dolor, expectoraciones y sus características reológicas, tos, etcétera.
- Valoración de la dinámica y de la estática de la caja torácica, visual y manual y del modo y ritmo respiratorio.
- Hace una intensa auscultación del enfermo y de sus ruidos respiratorios, clave para el diagnóstico servible.
- Valoración de la musculatura respiratoria.
- Métodos especiales de valoración: espirometría fácil y forzada, para la decisión de límites ventilatorios básicos y el diseño de curvas flujo/volumen y volumen/tiempos imprescindibles para terminar la historia clínica del enfermo.
- Si se necesita, se hace una valoración pulsioximetria, para ver el nivel de saturación de oxígeno en sangre.
- Examen de esfuerzo, o de marcha: informan de la habituación fisiológica del organismo frente al aumento de la carga muscular externa.
- Pruebas complementarias: gasometría arterial, radiografías, etcétera.
Técnicas
En funcionalidad de esta valoración, el fisioterapeuta respiratorio sobre el diagnóstico doctor hace un diagnóstico de tipo servible sobre el cual instituye unos fines terapéuticos y en seguida diseña una estrategia específica de terapéutica física para el enfermo.
Fines:
- Desobstrucción bronquial por medio de sencillas técnicas manuales para la supresión de los excesos de secreciones (bien por ondas de choque, gravedad o por variaciones del flujo aéreo) en las patologías respiratorias y neuromusculares.
- Proyecto de kinesioterapia respiratoria, para la prevención y corrección de alteraciones óseas y musculares y la obstrucción bronquial; promover la extensión del tejido pulmonar colapsado (atelectasias, o colapso del alvéolo pulmonar); promover el modelo de respiración habitual. Para todo ello se hacen distintas técnicas manuales o instrumentales sencillas.
- Reeducación al esfuerzo. Cuando el enfermo interioriza las fronteras ventilatorias tradicionales, y tiene despejada su vía aérea de secreciones dañinas, se le instruye y adiestra en un protocolo de ejercicios terapéuticos específicos para volver a reeducarlo al esfuerzo, en otros términos, para que logre hacer las ocupaciones de su vida cotidiana y otras solicitudes externas cursando con la menor fatiga y esfuerzo.
Posoperatorio
En la situación de pacientes intervenidos quirúrgicamente de tórax, corazón, vientre o pulmones, el fisioterapeuta realizará un protocolo de fisioterapia respiratoria preoperatoria, con la intención de que el enfermo acuda al quirófano en las superiores condiciones ventilatorias probables, haciendo más fácil de esta forma la efectividad de la participación.
Escasas horas luego de ser intervenido, se hace un protocolo de fisioterapia posoperatoria en la misma Unidad de Cuidados Intensivos para evadir cualquier complicación respiratoria. Después, el fisioterapeuta respiratorio labora en planta con el enfermo para reeducarlo al esfuerzo hasta su alta hospitalaria.
Enfermedades neuromusculares
En la situación específica de las patologías neuromusculares (como en la situación de distrofias, esclerosis múltiple, ELA, parálisis cerebral infantil, párkinson, lesión medular, etcétera.) se ha de combinar el procedimiento respiratorio con el específico de fisioterapia neurológica, si bien, en las etapas finales de esta clase de patologías, el procedimiento respiratorio cobra una trascendencia fundamental en tanto que supervivencia del enfermo.
Lo mismo habría que mencionar respecto al procedimiento de cuidados paliativos o de pacientes encamados, que acostumbran morir gracias a complicaciones respiratorias propias de una situación prolongada de decúbito e inmunodepresión.
Otras intervenciones
Protocolos específicos de esta disciplina para el abordaje de patologías orofaciales. Entre ellas, como la rehabilitación postquirúrgica de intervenciones de cánceres de cabeza-cuello, intervenciones maxilofaciales o la reeducación de la deglución en enfermos dañados con inconvenientes neuromusculares que, por propiedades de su patología, poseen serios inconvenientes para conducir de manera correcta el bolo alimenticio al artefacto digestivo (fases finales de patología de Párkinson, alzhéimer, esclerosis múltiple, etcétera.)
La fisioterapia respiratoria, gracias a su gran especificidad, es una prescripción médica y debería ser desarrollada exclusivamente por un fisioterapeuta especializado para asegurar la efectividad del procedimiento.
Cómo se realiza la fisioterapia respiratoria
La finalidad de la fisioterapia respiratoria es lograr una mejoría de los indicios y enlentecer la progresión de la patología, consiguiendo la máxima capacidad física, de la mente, social y gremial de cada paciente.
Los métodos se fundamentan en 2 puntos de vista:
- La terapia física, que consistirá en fisioterapia respiratoria y ejercicios respiratorios.
- El entrenamiento muscular, tanto general, como de los músculos respiratorios.
Drenaje postural:
Es la técnica que mejor se tolera y la preferida para la supresión de las secreciones. El propósito de esta técnica es lograr que las secreciones drenen por acción de la gravedad hacia bronquios más grandes, traquea, hasta lograr expulsarlas con la tos.
Para hacer este drenaje postural, se requiere poner al paciente en el caso más idónea, conforme con la región del pulmón que deseemos drenar.
Cada postura debería seguir estando a lo largo de 3-5 min. Previo a iniciar la técnica, se necesita que el paciente sepa toser y respirar de manera fuerte y eficaz. No debería desarrollarse una vez que el paciente está recién comido.
Percusión y vibración:
Se aplican similares a la técnica de drenaje postural. La percusión se basa en ofrecer palmadas, de una forma rítmica, con las manos huecas. La finalidad que sigue es desalojar mecánicamente las secreciones espesas adheridas a los muros bronquiales.
La vibración se apoya en la compresión intermitente del muro torácica a lo largo de la espiración, tratando incrementar la rapidez del aire espirado para, tal, desprender las secreciones.
Enseñanza de la tos:
Esta técnica se apoya en enseñar a toser, luego de una inspiración intensa, a lo largo de la espiración, tratando hacerla en 2 o 3 tiempos para un mejor arrastre de las secreciones.
Está indicada en el pre y postoperatorios de pacientes con desmesuradas secreciones, así como en las situaciones de producción desmesurada de esputo.
¿Por qué se realiza?
La fisioterapia respiratoria se desarrolla en bebés y chicos, adultos o ancianos con enfermedades respiratorias, ya sean primarias o derivadas de otras patologías. De esta forma, está indicada para las patologías que están afectando de manera crónica al sistema respiratorio, como por ejemplo EPOC, asma, fibrosis quística o patologías neuromusculares. Además, es eficaz para abordar procesos agudos (neumonía o absceso pulmonar) o intervenciones quirúrgicas bastante complicadas, como por ejemplo trasplantes pulmonares, cardíacos y hepáticos, u otras intervenciones de corazón y tórax.
Cabe resaltar que esta clase de fisioterapia no sirve para suplir el procedimiento doctor. Su objetivo es complementarlo y mejorar su efectividad, reduciendo la necesidad y proporción de medicación que debería tomar el paciente.
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