Especialidad en Enfermería Pediátrica
Enfermería pediátrica
La enfermería pediátrica se ocupa de proveer cuidados enfermeros a bebés, chicos y jóvenes hasta los 18 años de edad. Aplican su entendimiento especializado para saciar las necesidades particulares de los chicos. Tienen la posibilidad de laborar con los pacientes que poseen una patología o lesión de duración variable, o con chicos que poseen discapacidades. Los enfermeros pediátricos además trabajan en estrecha participación con las familias y cuidadores de los niños.
Historia
Antiguamente, las madres y comadronas tenían la responsabilidad de la salud de los chicos, hasta que, durante el siglo XV, se empiezan a tener en cuenta para ofrecer origen a la especialidad misma, que para el siglo XIX se convierte en una disciplina científica. Donde Francia y Alemania son las primeras naciones que desarrollan y ponen en práctica los conocimientos y servicios pediátricos, que se extenderá a toda Europa y a los EE. UU.
La enfermería pediátrica se convierte en una especialidad en la segunda mitad del siglo XIX; previamente eran las matronas quienes asistían los partos; la medicina exitosa se empleaba para intentar a chicos.
Como precedentes, en el antiguo Egipto aparecen temas de pediatría, cuyas prácticas son llevadas a cabo por las féminas, por su valoración social: "dadoras" de vida, tienen la posibilidad de proteger de los otros.
No obstante, los adelantos doctores de Egipto y griegos no contemplan la necesidad de atender a los chicos. Es hasta la Edad Media, una vez que se reconoce que el infante tiene alma, por la complejidad de su cuidado hacía que fueran dejados en las puertas de los nosocomios o los templos por la noche, desempeña desarrollada tanto por la clase alta como la baja, quizás, con el término de "piedad" y "amor al prójimo", por lo que, si la mamá fallecía en el parto, los frailes y monjas se delegaban de hacer una cesárea para ofrecer "cristiana" sepultura a la mamá y bautizar al infante, empero si los dos fallecían se les enterraba según los preceptos de la creencia cristiana. Aun cuando, es más común que sean las comadronas las únicas encargadas de asistir a los partos hasta el siglo XVII, una vez que aparecen los doctores especializados y delegados a tal situación; por lo cual, realmente, la supervivencia del recién nacido es dependiente de que le suministraran leche de buena calidad, una nodriza sucesora en vez de la mamá, puesto que al alimentarlos con leche de vaca, la mortalidad en los recién nacidos se elevaba.
Para el siglo XIII, en algunas obras de carácter científico, se aconseja a la nodriza que desempeñe las funcionalidades que realizaría la mamá en un hogar pobre; además de la lactación, limpiar al infante, hablarle, masticarle la comida, entre otras.
Para el siglo XV, en España, en un nosocomio de Barcelona, se reglamenta lo cual una dama debería intentar en el cuidado de los chicos, la cual debía ser importante, honesta y de buenas prácticas.
A fines del siglo XVI, aparecen los primeros tratados materno-infantiles hechos por doctores, con ideas de Hipócrates. En México, Vasco de Quiroga, obtiene el calificativo de "Defensor del infante indio en América", al fundar la primera casa-cuna, como un recordatorio de las actividades llevadas a cabo por las civilizaciones mesoamericanas que poseen un particular cuidado y dedicación con los chicos.
Durante el siglo XVIII, hay un interés sobre el infante, puesto que la tasa de mortalidad es alta. Quizás, ocasionado por los escritos de Juan Jacobo Rousseau y Juan Enrique Pestalozzi para educar al infante según sus propiedades psicológicas y físicas, donde la salud de dichos es fundamental para poder hacer una formación completa del futuro "ciudadano".
Con dichos conceptos, en la segunda mitad del siglo XIX, aparecen los primeros nosocomios infantiles, ejemplificando, en E.U. el Nosocomio de Chicos en Filadelfia (1855) es el primer nosocomio de pediatría donde se origina la especialidad; aun cuando no se admitían chicos con inconvenientes de comunicación hasta 1895, una vez que se pone en funcionamiento el colegio de enfermería, con lo cual ya contó con el personal y equipo de trabajo con conocimientos para brindar el grado de atención y cuidado primordial. En España, se funda el Nosocomio del Infante Jesús, a lo largo de este lapso el infante empieza a considerarse como objeto de entendimiento científico, que continuará en el siglo XX, considerando la formación de las enfermeras y el establecimiento de las escuelas de enfermería en torno al mundo; como en la situación de México (1905).
Para hacer su papel, la enfermera pediátrica debería conocer:
- Propiedades biológicas del infante como son: incremento, morfología, inmadurez orgánica, nutrición e inmunidad.
- Propiedades médicas: expresividad a diferentes actitudes clínicas, predominación genética, terapéutica genuina (absorción, preparación de fármacos en dosis distintas).
- Propiedades sociales; del medio ambiente y pedagógicas.
Por lo que debería detectar sus fines y sus necesidades y planear sus ocupaciones del mejor modo viable para solucionar los inconvenientes que surjan. Entre sus principios permanecen:
- Actuar para resolver la urgencia prestada.
- Contribuir a reducir el dolor del infante y de su familia.
- Conservar las funcionalidades vitales del infante.
- Conservar la unión de la dermis.
- Promover el contacto del infante con sus papás.
- Tomar las medidas idóneas para la estimulación y el desarrollo.
- Preparación psicológica frente a cualquier método doctor.
- Respetar las diferencias culturales.
Dedicarse al cuidado de la salud de las chicas y los chicos tanto sanos como enfermos es una necesidad para el mantenimiento de la vida y preservación de la especie. Son por consiguiente las enfermeras y enfermeros dedicados a la salud infantil protagonistas de una de las labores más nobles de la raza humana. La Enfermería infantil o enfermería pediátrica se define como una profesión que ayuda a la niñez y a la colectividad, generalmente, en estado de salud y de patología, en la rehabilitación y frente a una situación difícil, como el deceso. Presta atención tanto física como psíquica, salvaguarda la salud y ayuda a conseguirla. Se trata, por consiguiente, de una disciplina asistencial, humanística y científica.
Actualmente, la enfermería pediátrica se delega de la atención integral y seguimiento constante de lactantes, chicos y jóvenes, y como parte de esta evalúa su desarrollo psicomotor, componentes sociales y del medio ambiente que influyen en la salud y confort de los infantes en su familia.
En Cuba uno de los pilares del desarrollo del Sistema de Salud cubano es el Programa Materno Infantil, dentro del cual se distingue de forma bastante especial la mortalidad infantil, indicador que sitúa al territorio en posiciones semejantes a territorios desarrollados y que inevitablemente se sustenta en un trabajo multidisciplinario en las ocupaciones de promoción de salud, prevención y recuperación de patologías de este conjunto de la población. El personal de enfermería forma parte imprescindible de los grupos de salud, por su permanencia en los servicios y la continuidad de sus cuidados.
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